Amor en la sombra: Tomates Verdes Fritos

Dirigida por el cineasta estadounidense Jon Avnet (Íntimo y personal, El laberinto rojo),  Tomates Verdes Fritos es una adaptación de la novela homónima escrita por Fannie Flagg y publicada en 1987.

Con un guión de la propia autora junto a la guionista Carol Sobieski (Annie), la película es un relato sobre la amistad entre Idgie Threadgoode (Mary Stuart Masterson) y Ruth Jamison (Mary-Louise Parker) a través de la narración de Ninny Threadgoode (Jessica Tandy), que funciona como mensaje de empoderamiento para Evelyn Couch (Kathy Bates), una mujer atrapada en un matrimonio infeliz.

Tomates Verdes Fritos es una historia que exalta la sororidad en un contexto marcado por el racismo presente en la sociedad de Alabama (Estados Unidos) en la década de los treinta. Pero, ¿la relación entre Idgie y Ruth se reduce a la amistad o existe un sentimiento romántico implícito?

En la novela, el amor entre Idgie y Ruth se manifiesta de manera explícita y sin censuras. Sin embargo, la dimensión romántica de su relación es tratada con gran sutileza en pantalla.

Como ejemplo, la escena en la que Idgie recolecta miel sin protección alguna para compartir con Ruth, que expresa su admiración ante tal muestra de valentía. En el libro, este momento revela la connotación romántica de sus sentimientos:

«Ruth se inclinó y le susurró al oído: ‘Eres una encantadora de abejas, Idgie Threadgoode, eso es lo que eres…’

Idgie le devolvió la sonrisa y miró al cielo azul que se reflejaba en sus ojos, y estaba tan feliz como cualquier persona enamorada durante el verano puede estarlo.»

En la película, la pareja de mujeres cría al hijo de Ruth mientras comparten negocio en Whistle Stop Cafe, donde los tomates verdes fritos son el plato especial.

No hay dudas de que el amor que sienten es mutuo, pero la única muestra de afecto físico son besos en la mejilla. El propio Jon Avnet declaró que «puedes entender lo que quieras. No tenía interés en ir al dormitorio».

Atendiendo a otra de las escenas memorables del filme, donde Idgie y Ruth comienzan a lanzarse comida a modo de lucha, la intención del director estaba clara: las dos mujeres están haciendo el amor de manera simbólica, tal y como recogen los audio comentarios del DVD.

Por su parte, Fannie Flagg añadió: «No es una película política. Trata sobre las posibilidades que tienen las personas de ser agradables y amarse las unas a las otras».

Al respecto del interés suscitado por el amor entre Idgie y Ruth, Mary Stuart Masterson reconoció en una entrevista que «la película no trata sobre su relación en lo que se refiere a la sexualidad, puesto que no importa cuál sea».

Reconocimiento de GLAAD

Meses después de su estreno estadounidense en diciembre de 1991, Tomates Verdes Fritos fue considerada la película del año por Entertainment Weekly. Pero el éxito no se debía únicamente a la recaudación en taquilla, sino también a la adaptación de un relato cinematográfico donde se muestra el amor entre mujeres.

En abril de 1992, la organización Gay and Lesbian Alliance Against Defamation (GLAAD) entregó a Tomates Verdes Fritos el Premio GLAAD a la Mejor Película con contenido lésbico.

Ellen Carton, directora ejecutiva de GLAAD en 1992, reconoció que «las lesbianas son invisibles en Hollywood«.

«Puede que los creadores de Tomates Verdes Fritos hayan querido suavizar el tono del contenido lésbico. Muy mal. Pero reconocemos a estas mujeres como lesbianas. Y la entrega del premio es una forma de admitir que lo son», afirmó Ellen Carton.

Dada la importancia de la representación LGBT+ en el cine, ¿cuál pudo haber sido la razón para disfrazar de amistad el amor de Idgie y Ruth?

«Es un miedo no demostrado que la audiencia general americana abandone la sala gritando por ver a homosexuales tocándose en una película», declaró Richard Rouilard, ex-redactor jefe de The Advocate.

A pesar de la ambigüedad de la relación entre las protagonistas en la película y las críticas del público LGBT+ por ello, Tomates Verdes Fritos es una historia universal. Tanto si se trata de amistad como de amor, el relato funciona en ambas versiones.

La propia autora de la novela confesó que «es una película comercial. La gente está llevando a niños y personas mayores a verla. La historia se dirige a todo el mundo. Por eso es maravillosa. Cada uno puede tener su opinión«.

2 Comments

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  1. elquirofanodegore marzo, 2018 — 9:53 pm

    Hace tiempo que me recomendaron el libro y la película, pero se me pasó… mañana me pongo con la peli. Conseguiré el libro en cuanto pueda 🙂

    Gracias por recordar esta obra.

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